¿Volver a la escuela ha sido un poco ajetreado? Sin duda, sé como es. Este año tengo que llevar a tres niños a dos escuelas distintas. Cada mañana uno de ellos no se despierta a tiempo. Para levantarlo necesito moverlo y moverlo. Otro dice que no quiere ir a la escuela porque le duele el estómago; los otros dicen que tampoco quieren ir: si él no va yo tampoco. En momentos como este son muy unidos.
Luego, por supuesto la batalla diaria en el carro respecto dónde se sienta cada quien. Esto pasa todo el tiempo, no importa cuántas veces vamos juntos a cualquier lugar. Sin mencionar hacer el lunch, revisar mochilas, llevar al perro a un pequeño paseo y asegurarme que tengo todo lo necesario para la junta de las 8:30. En mi casa, las mañanas pueden ser muy pero muy estresantes.
Entonces la pregunta es: ¿qué se supone debo hacer?, ¿cómo puedo estar segura que este año no caeré en el mismo comportamiento reactivo con el mismo caos en el que viví el año pasado?
Cuando recuerdo hacerlo, hay una técnica que trabaja como magia. Cada vez que el caos me agobia y no sé que hacer, me detengo por un segundo, cierro los ojos e invito a la paz y amor a que entre en mí. Digo: no sé qué hacer. Necesito que seas mi socio en esto. Necesito me guíes hacia lo que debo hacer, cómo reaccionar, qué palabras decir, qué no decir, qué acciones tomar y qué cosas debería dejar pasar.
Cuando hay que tomar muchas decisiones, momentos en donde necesitas ser preciso y dar la respuesta correcta para tranquilizar a uno y llegar al otro, detente y piensa en lo que necesitas. Tómate un momento y piensa. ¿Sabes qué? Necesito que la Luz de La Paz y Amor este aquí ahora mismo. No tienes que llamarla solamente para las cosas grandes -en la reunión de un gran negocio o en la última ronda de entrevistas de trabajo. Es aún más importante que en el caos diario de tener listos a los niños para la escuela, actuemos cada vez más y más como luz y amor incondicional.
Cada acto de invitar a la Luz, de pedir ayuda, de admitir que no sabes qué hacer, va a crear un cambio de conciencia. Dios no bajará y te ayudará a terminar de preparar los bocadillos. Pero cada vez que pido Luz mi mente se vuelve más clara, superior y lista para hacer frente a los conflictos sin quedar atrapada en ellos.