La creación de la persona: dime qué con quién andas, te diré quién eres…

Todos en algún momento hemos escuchado que alguien nos dice «dime con quién andas, te diré quién eres»… claro! Probablemente no es cuestión del físico juzgar a las personas, no es por su apariencia sino por eso que transmiten a los demás. Poniéndolo en un ejemplo más claro, cada quién selecciona su círculo social por valores, educación, cosas en común, hobbies, etc., y rara vez nos vincularán con algo que salta los parámetros de lo que somos.

Y es aquí cuando viene la creación de la persona. Regularmente y creo que muy común, lo vemos con nuestros hijos; de pronto cambian de amigos, salen con unos y con otros, con algunos van al cine y con otros van de fiesta. Esto no quiere decir que sea malo, simplemente se están construyendo.

Cuando decimos que nadie experimenta en cabeza ajena es porque nosotros debemos encontrarnos, construirnos y ser capaces de decantar lo que queremos y lo que no queremos. Y pasa más seguido de lo que imaginamos, de hecho, pasa con toda relación interpersonal.

Por ejemplo: cuántas veces hemos escuchado a una amiga / amigo decir: es que atraigo puro patán, o atraigo puro abogado, etc., bueno, no es porque nosotros estemos conscientes, más bien, inconscientemente entramos en una zona en donde atraemos lo que pensamos (como les había comentado anteriormente), el universo se rodea de quien eres en realidad. Esto implica que a veces nos rodeamos de personas buenas y a veces de personas malas, no es tan grave y tampoco quiere decir que siempre nos pase lo mismo.

Aquí es donde la labor consciente entra. Si ya nos dimos cuenta de acciones repetitivas en nuestra vida (que muy probablemente no nos gusten) debemos intentar romper con estos esquemas desde el interior. Por ejemplo: una persona «codependiente» siempre dejará cruzar límites de respeto en su vida porque es la única forma de amor que conoce. Estos son patrones de conducta que hay que romper.

Y antes de cerrar esto, quiero recordarte que lo que te hace en el interior, se refleja en el exterior y viceversa. Debemos aprender a buscar lo que queremos y trabajar en ello para tenerlo. Hay una frase muy linda que dice «estar consciente de lo que no te gusta y actuar es fortaleza, estar consciente y no actuar es mediocridad».

Si no te gusta actúa y si sigues ahí, entonces no te quejes! Encuéntrate, busca lo que quieres ser y entonces tu exterior se empezará a construir con base en lo que tú deseas! Y si existe la felicidad y la plenitud, sólo es cuestión de atraerla con actitud positiva.

Hasta la próxima!