Quien cultiva su paz interior transmite tranquilidad al resto del mundo. ¿Por qué? Porque la mente es como el agua. Cuando está calmada puede reflejar la belleza de lo que le rodea. Sin embargo, cuando está agitada, da igual lo que tenga de frente, pues será incapaz de reflejarlo
Lo mismo pasa con nosotros. No podemos educar bien a nuestros niños si nosotros hemos perdido la templanza por el camino. Tampoco nos será posible llevar una vida saludable o relacionarnos bien si en nuestra mente hay una gran tempestad
Por eso es importante que tengamos en cuenta que la paz interior es una de las riquezas más grandes que puede poseer una persona. Esto no quiere decir que tengamos que aguantar con paciencia todo lo que nos venga hasta llegar al punto de no poder hacer nada más que explotar. Se trata de eliminar expectativas externas y atender a lo que nosotros queremos.
Así, atendiendo a lo que queremos atraer y dejando a un lado lo que nos pesa, alcanzaremos la paz interior que tanto anhelamos. Recordemos que el amor propio tiene un límite que se llama dignidad y, en eso, no podemos admitir rebajas de ningún tipo. Nadie es tan importante como para amargar nuestra vida, todo se soluciona con #ActitudPositiva